Vivian encerrados bajo llave y solo
salían si el marido
los acompañaba
TANTOYUCA, VER.- Tras un hecho
de privación de la libertad, las autoridades
que representan a la Secretaría
de Seguridad Pública y Fiscalía
del estado de Veracruz, lograron rescatar
y salvaguardar a una familia
que estaba sometida por un violento
sujeto que los mantenía en cautiverio,
obligándolos a no salir sin su
consentimiento, viviendo años de
maltrato físico y verbal.
La valiente mujer se armó de valor
y aprovechando que estaba ya
en su tierra natal pidió ayuda a las
autoridades veracruzanas, solicitó
ayuda a su familia para que fueran
a la Fiscalía Regional de Justicia zona
norte Tantoyuca, en donde fue
atendida por una fiscal en turno,
que rápidamente pidieron apoyo
a las autoridades de la Fuerza Civil
para implementar un operativo de
rescate, pues decían que el sujeto
señalado de privar de la libertad a
la mujer y sus pequeños hijos se encontraba
en el lugar.
De una forma estratégica buscaron
llegar a un diálogo y pedir
que dejara en libertad a su cónyuge,
quien ya no quería vivir con él,
siendo Irene Maldonado, comandante
de la Fuerza Civil, adscrita a
la comandancia municipal, quien
encabezó este operativo.
Fueron hasta la comunidad de
Naranjal Mata del Tigre, lugar donde
los tenía privados de la libertad,
ya que solo habían regresado a Tantoyuca
para las fiestas de fin de año
y hacer trámites de una defunción.
Tras llegar la Fuerza Civil al lugar
se encontraron con los hermanos
de José Florentino N., de 28 años de
edad, quien no se encontraba en el
lugar, pero le negaban la libertad
a Cirila N., de 25 años de edad, y a
sus pequeños hijos, a salir de la casa
hasta que su marido lo indicara.
Cirila se armó de valor y aprovechó
que la Fuerza Civil había llegado
a su rescate y decidió salir acompañada
de la comandante para irse
hacia la Fiscalía, en donde se hizo
la documentación correspondiente
para que Cirila y sus hijos nunca
más vuelvan a estar privados de su
libertad.
Refirió que llevaban años viviendo
en el maltrato y la marginación
en Saltillo, Coahuila, ya que no podía
salir a ningún lado hasta que su
esposo lo indicara, vivía recibiendo
órdenes, obligada a realizar lo que
su marido pedía, hasta la guardaba
bajo llave mientras José salía a la
fábrica a trabajar.
Hoy gracias a las autoridades
de Seguridad Pública del Estado, la
mujer y los pequeños Estefany, de
6 años; Kaila, de 4 años de edad, y
John, de solo 2 años de edad, por fin
sabrán vivir una infancia feliz, sin
miedo, además de llevar un proceso
psicológico y acompañamiento
legal para que se les respeten sus
derechos.